Este tema surgió el otro día en una de mis clases de la facultad, ¿estamos realmente viviendo una segunda Guerra Fria? mi visión es la siguiente:
Desde que acabó la Segunda Guerra Mundial, el mundo se dividió en dos, el capitalista y el comunista. La guerra entre estos dos mundos no fue una guerra abierta como las mundiales, sin embargo, si se tradujo en pequeñas guerras, como la de Vietnam, o la de Corea. Con la caída del muro de Berlín, el mundo creyó que ésta había finalizado, sin embargo, hoy en día aún podemos ver restos de ella, como la invasión de Iraq, o la reciente confrontación en Georgia.
Fue a partir de la Guerra Fría cuando EEUU se convirtió en líder mundial, el capitalismo favoreció que fuera un país más rico y poderoso y se hiciera con el control. Con la OTAN y el poder que ejerce en la ONU, es el enemigo que nadie quiere tener. Las decisiones que toma EEUU afectan al resto del mundo. Tras el atentado del 11-S la situación se agravó. EEUU que ya había intervenido en el mundo árabe, en guerras como la de Israel y Palestina, en conflictos con Irán e invasiones como la de Afganistán. La posterior intrusión en Iraq, el bombardeo y la situación internacional que esto ha conllevado han despertado las alarmas. Con la excusa de la búsqueda de armas de destrucción masiva, Bush ‘mató dos pájaros de un tiro’, y acabó con el dictador iraquí, Sadam Hussein, quien ya se había confrontado con George Bush Padre años antes.
La situación de Irán es fruto de las armas nucleares de destrucción masiva con las que se cree que cuentan. Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán, ha enviado varias amenazas a Israel y el mundo occidental en general, aunque es EEUU quién está realmente detrás de todas ellas.
Pero los enemigos de EEUU no están solo en el mundo árabe, más cerca, en centro América y Latinoamérica la situación es bastante crítica. Las relaciones con Fidel Castro en Cuba, Evo Morales en Bolivia, Hugo Chávez en Venezuela, Uribe en Colombia, etc. no son para nada cordiales. El mundo latinoamericano no ha compartido nunca las políticas represivas estadounidenses y siempre se ha mantenido una relación tensa entre las dos Américas.
En Israel, el problema viene produciéndose desde mediados del pasado siglo. Pese a que la confrontación comenzó antes de la Segunda Guerra Mundial, fue a partir de 1948 cuando EEUU intervino, aliándose con los judíos de Israel contra a los palestinos musulmanes. La contención que se llevó a cabo en este país hizo que empeorase la situación con el resto de países musulmanes, puesto que la entrada de judíos en Palestina supuso la expulsión de sus habitantes y el encierro de éstos en pequeñas franjas como son la de Gaza y Cisjordania.
Los motivos de todas estas guerras son económicos, muchos de ellos por petróleo, otros por poder. La gran mayoría son consecuencia de la Guerra Fría, y aunque algunos son nuevos, proceden de antiguos enfrentamientos.
Si alguien podría impedir esta situación, son organismos como la ONU o la OTAN, sin embargo, el poder que ejerce sobre ellos EEUU no permite que entren en los conflictos. Es la nación más poderosa de ellos y cuando los acuerdos le desfavorecen, con su voto puede anular cualquier decisión. El exceso de poder nunca ha sido bueno, a lo largo de la historia lo hemos visto, y siguen produciéndose estas situaciones porque nadie hace nada al respecto.
El capitalismo ha fomentado esta situación, como ya he escrito antes, ha permitido que algunos países sean muy poderosos y otros no tengan poder alguno. La diferencia económica es también un problema, ya que hay muchos países pobre endeudados con otros muy ricos, lo cual fomenta la distancia económica y potencia que los países más pobres tengan situaciones más críticas, haya mas inmigración, legal e ilegal, más guerras…
La segunda Guerra Fría es esta situación de inestabilidad mundial, en que no se prevé que vaya a haber guerras abiertas, pero en que tampoco reina la paz. Las pequeñas confrontaciones recuerdan a esa Guerra Fría que el mundo vivió desde el fin de la segunda Guerra Mundial, y hasta la caída del muro, pero que nunca ha terminado, pues las disconformidades, amenazas y enfrentamientos armados, han continuado hasta el día de hoy, y permanecerán en el tiempo. Mientras la situación sea de una desigualdad tan pronunciada, será imposible alcanzar una situación de paz mundial.
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